martes, 11 de agosto de 2020

2015

El año empezó con muerte. Un sacrificio.

Tinta roja fue el color para el pintor que decoró este lienzo llamado 2015. Sólo así nos reunimos, las lágrimas lograron su objetivo. Juntar un vaso de agua.

En este año las noticias hablaron de algunos temblores, huracanes, incendios  la huida del delincuente más temido y querido (ambivalente), asilos y guarderías incendiadas, y toda la sarta de injusticias que ya... hemos dejado de sorprendernos.

¿Qué pasaría si usáramos la creatividad para viajar a través del tiempo?

¿Qué dirían nuestros antepasados de este presente antes visto como El Futuro?

Sí, sí... podemos decir; pobres mexicanos, ancianos, pobres estudiantes, pobres franceses, pobres sirios, pobres, pobres... Aunque la verdad, nosotros somos los pobres.

Somos los pobres que pensamos que vivir es "tratar de alcanzar una chuleta" reflejo de agua como diría Esopo en una de sus fábulas.

Somos los pobres que, toda vía el mes pasado vivimos otra muerte, y ¿qué hicimos? Nada.

somos los pobres que nada hacemos por los vivos.

Creemos consumir este mundo, así el sistema nos llama: "consumistas" y se lava las manos. Sin dar cuenta de que este mismo sistema es el que nos consume: tiempo, dinero, ideas, energía... el mundo ahora está patas arriba. Creemos vivir pero dejamos pasar la vida entre pantallas; ya que ni somos concientes de todo lo que vivimos en este mundo tan acelerado. Decimos vivir, meta tras meta. Porque tememos que la muerte nos alcance. Y vamos derrochando la vida. Pero vivimos ¡bien chido!

 La neta, aunque a veces nos olvidamos de algo que pudiera ser pequeñito detalle pero algo importante: la familia.
En este año nacieron también dos bellos seres.