Seguramente, si me conoces te habrás de preguntar cuál es mi fanatismo
con John Ronal Reuel... A ver, intentaré explicarme con la siguiente metáfora:
I
Hace no más de 20 años, una huérfana conoció el concreto de Melkor. En
ese trance, ella tenía sueños con un ojo de fuego, sin párpados ni pestañas.
¨¡Qué haces aquí! ¿Porqué te has atrevido aparecerte? Dime cómo lo haces. ¡Dime
o te quemaré!¨
Al despertar del trance, solía respirar abruptamente, como cuando uno
cae al río y tiene limitado el oxígeno e intenta alcanzar la superficie para
tomar aire. Así, ella. Después de unos minutos, veía el daño hecho en su
rostro, brazos, piernas, manos; por alguna fricción prohibida.
II
Hace 20 años, una niña, que antes de ser huérfana era hija, se colaba a
los cines donde trabajaba su hermano. Salía de la escuela para ir a la matiné y
llenar sus ojos de esperanzas ficticias. En esas imágenes ella pudo mirar hacia
adentro de su imaginación y vislumbrar el viaje de ese héroe aparecido: un
hombre que aún no alcanzaba a ser hombre, pues tenía tamaño de niño. Pero de
niño solo le quedaba la sonrisa... y pronto cambió el semblante para viajar
hacia una aventura inesperada.
Ese no hombre y no niño... es decir ese hobbit; fue destinado a cargar
el anillo, un anillo maldito; el cual cada vez que se usaba le acarreaba
problemas casi mortales, casi parecido a enfermedades. Y descubrió que, a pesar
de la compañía (comunidad) él estaba solo. Pues esa carga, ese Gran Mal no
podía ser llevado por otro ser. Ese era su destino.
III.
Hace menos de 20 años, una huérfana se hizo de libros y de espacios para
crear su propio mundo imaginario, quiso imitar a Reuel y empezó a crear miles
de criaturas fantásticas.
En un cuaderno desaparecido, ella inventó una utopía para estos tiempos digitales.
Por ejemplo; los filobitos eran seres pequeños encargados de la programación de
softwares.
Aunque, desafortunadamente... Esa historia nunca se terminó, esos seres
murieron por los hongos contraídos al papel desde la humedad de las
cloacas.
Y todo desapareció.
Nada fue, es y será peor que Nunca.
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Me gusta Tolkien por que lo admiro. Capaz de crear otros lenguajes,
otras historias, otros mundos, otros seres... Él fue capaz de enfocar su
catársis por la Guerra Mundial en literatura... A ver; ¿quién más ha sido capaz
de convertir un hecho tan violento en una saga literaria tan bella?
¡Hasta luego!
:)
