Flavio:
¿Por qué tuviste que ser tan orgulloso?
Yo...
lo único que esperaba eran tus brazos.
Nunca supiste cuantas veces caí al suelo y nunca llegaste.
(No te apures; -no lo haces- en la mayoría de las veces me levantaron otros).
No...no quiero causar lástima; solo quiero que sepas que eres un idiota. porque no sé porqué no aceptas la perfección que dios te dio y te drogas, te embriagas, te idiotizas te dejas caer con idiotas que se dicen tus amigos... y desperdicias tu maravillosa vida por creer que el mundo está perdido. Cuando lo que perdiste fue tu esperanza.
Y yo; que muero cada vez, con estás idioteces que me dio la vida. Y que revivo por dios sabe que chiste oscuro me tenga reservado... solo te pienso.. y ... recuerdo todas las maravillas que pudiste ser. Pero que tu voluntad no te deja.
Yo, estoy muy débil, no puedo hacer nada por ti. Quisiera ser tu heroína y salvarte, pero no puedo....
y mira que estoy llorando....
y mira que me duele pensar que me moriré un día de estos y no habré hecho en la vida algo bueno por alguien.
Que padre hubiera sido; seguirte en tu camino; vivir la vida loca un tiempo y estar contigo; amarte muchas noches. Besar tu espalda, platicar hasta el amanecer, hasta acabarnos toda la cajetilla de cigarros, pasear a la sierra, viajar, pero son sueños e idioteces. Tú no pensarías eso conmigo.
Flavio...
Si no te hubieras ido. Cuánto te habría querido.
Te deseo dicha.
Adiós.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario